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9ª Fecha del Torneo Primera B Nacional 2018-2019 ¦ Jugada el día 04.11.18
Gimnasia y Esgrima (Mendoza) 3 - 1 Ferro Carril Oeste
38 segundos y nada más
Cayó Ferro en Mendoza en forma inobjetable y ante una preocupante ausencia de temperamento
La conducción de un grupo humano, para cualquier actividad, no es un tema sencillo. Se han escrito sugerencias en cantidades de libros con quien sabe qué efectividad. En el caso del fútbol tiene matices especiales. Los éxitos pueden ser sustentados o no en las conducciones, pero las derrotas no admiten discusión. Los conductores siempre son los responsables.
Como decíamos, el caso del fútbol tiene matices especiales. Esto quiere decir, que si bien siempre hay una cabeza de grupo, es el caso del director técnico, hay liderazgos a diferentes niveles que de alguna forma terminan siendo parte de la conducción, o que al menos colaboran con la misma. Por trayectoria, por templanza, por carácter. Por la característica que sea, pero que la referencia implica una responsabilidad y un compromiso particular. No obstante, un director técnico tiene por encima una subcomisión, y una comisión directiva. Absolutamente TODOS los eslabones de esa cadena tienen una responsabilidad INDELEGABLE por la actualidad de Ferro.
Pero en este caso tenemos que recortar el análisis a lo que ocurre dentro del campo de juego. El déficit de la conducción táctica es no poder resolver los errores que tiene el equipo colectivamente. Ni en defensa, ni en ataque. Los pocos, casi escasos, momentos buenos del equipo, no pudieron repetirse. En estos momentos parecen más una excepción fortuita, que un concepto futbolístico. Y aún en el caso de que hayan sido obra de la espontaneidad, y no de un trabajo táctico, tampoco estuvo la pericia de transformarlos en el ejemplo a seguir. Se desaprovecharon, y por el contrario, el equipo repite errores. Un resultado obvio si ni siquiera desde el planteo se intenta provocar cambios.
Pero sería injusto reducir el mal momento a lo táctico. Si hay una línea del equipo de la cual no se podía negar que se tenían los mejores nombres, es la defensa. Los errores fundamentalmente individuales de estos jugadores no son transferibles a nadie más. Son propios de ellos, son otro eslabón de esa cadena de responsabilidades que falla. ¿Se lo puede culpar al DT de que un defensor no salte como corresponde a disputar una pelota aérea?
En este sentido es que hay cuestiones de compromiso que son propias de los jugadores, pero que de todas formas también tienen que ver con la conducción, con su mensaje, con la empatía que provoques en los dirigidos.
El agua aún no llega al cuello. Pero la preocupación es grande. De no modificarse el rumbo probablemente se repita la historia, y que pareciera ser una política de estado, incluso desde antes que esta comisión sea gobierno. Ese desfiladero de técnicos que lo único que evidencian es que se cambia para que nada cambie.
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Gentileza Diario Uno - Mendoza
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