2ª Fecha del Torneo Primera Nacional Reducido Transición 2020 ¦ Jugada el día 21.01.21

Atlanta 2 - 1 Ferro Carril Oeste

Las cosas por su nombre

Ferro cayó ante Atlanta y de esta manera quedó eliminado del torneo en busca de un ascenso

En este contexto global en donde todo se ha puesto en tela de discusión, todo se ha analizado con pinzas, y toda nuestra normalidad se ha alterado, hay algo en lo que la sociedad global en su conjunto ha coincidido: se debe llamar a las cosas por su nombre. No se deben confundir las terminologías, hablar con palabras complicadas ni contradecir los discursos ante la incertidumbre general. “Al pan, pan. Y al vino, vino”, dice la frase. Elijo arrancar este comentario así, porque creo que desde un tiempo a esta parte, en el fútbol de Ferro se ha dejado de llamar al pan pan y al vino vino. Se ha dejado de comunicar, de esclarecer cuál es, cómo es y, sobre todo, qué camino está tomando el principal deporte del club. Y esa contradicción constante, fue desnudada por un rival que, sin brillar demasiado, expuso al equipo y lo eliminó con justicia. Antes de llegar a ese final, donde Ferro casi araña un empate milagroso e inaudito, transcurrieron 90 minutos donde el Verdolaga pudo haberse llevado la victoria. Pero no solo que no lo hizo, si no que quedó KO con la primera mala pasada que le jugó el partido.

A principios de temporada se tomó la, para muchísimos, acertada decisión de ratificar a Cordon como DT Verdolaga. La decisión, apoyada casi por unanimidad, se sostenía con el buen cierre de torneo 2018-2019, y con un nuevo campeonato de la división de Reserva. Hago hincapié en lo de la reserva porque, supuestamente, el DT verdolaga es la persona que más conoce las divisiones inferiores de Ferro. Uno entendía, sin ser un genio, que ratificar al “Gordo” sería uno de esos tan aclamados “proyectos a largo plazo”, intentando darles ritmo a “los pibes” que tenían la oportunidad perfecta para debutar con un técnico que los conocía a la perfección. Hasta ahí, la idea (y solo la idea) parecía correcta.

Y hablo en pasado imperfecto, porque en la práctica, el famoso proyecto jamás fue establecido. Nuevamente, en aquel 2019, Ferro hizo un pésimo mercado de pases, no “fogueó” a casi ningún juvenil (a excepción de Maidana y Ferrari), y traía jugadores para cubrir puestos que hace tiempo merecen ser ocupados por juveniles. Tras la pandemia, y con aquel Ferro (casi sin pibes, pero con un buen funcionamiento), la historia volvió a repetirse. El Verdolaga trajo a un delantero suplente y a un arquero para, en principio, ir al banco.

Entonces, si la idea es foguear a los pibes, ¿por qué Ferro hizo todo al revés cuando se le presentó la oportunidad? ¿Por qué, lamentablemente, esa “bala” parece perdida? ¿Por incapacidad del DT en no imponerse? Podrá ser ¿Por nivel propio de los jugadores? Quizá. Pero creo que todos, o la mayoría, podremos coincidir en que hace tiempo que, a nivel dirigencial, en el fútbol de Ferro no se sigue un camino. No es que se sigue el equivocado, directamente no se sigue ninguno. En Ferro se podrá tomar un sendero u otro, pero lo que es seguro es que no se ha dejado en claro cual es ese camino que Ferro decide tomar.

Un año viene un DT experimentado, trae catorce refuerzos y se va por la puerta de atrás. Al otro llega un “formador” y luego se va sin pena ni gloria. Al otro llega otro formador, y se va último insultándose con la tribuna. Y así sucesivamente. Aunque en todas estas variantes, que hasta pueden marear al hincha, la conducción de Ferro es la que tuvo y tiene el timón. Se deberá revisar seriamente en la dirigencia si este tira y afloja constante, que no deja de marcar la incapacidad para lograr esa solidez y ese objetivo que todos deseamos desde hace tanto, deja cómodo al hincha, al socio, al jugador, al DT y a la propia dirigencia. Ha quedado claro: el rumbo futbolístico se perdió y estamos desesperados pegándole a la brújula para que nos diga cual es.

Porque sí, antes del golazo de Ochoa Giménez, Ferro había sido ampliamente superior al Bohemio. Con un manejo muy criterioso de la pelota, el verde llegó a tener a su arquero en la medialuna del área, y a mas de nueve jugadores por delante de la mitad de la cancha. Con tenencia de pelota, y paciencia para encontrar ese espacio, Ferro era mas que un Atlanta algo dormido y que esperaba el error rival. Claro, ese error llegó. Busse, intentando pasarle a Miranda casi de espaldas, la entregó corta. Valdez Chamorro condujo, tiró un centro preciso y Ochoa Gimenez, solo, la clavó en un ángulo.
Y si aquel fatídico primer tiempo, con todos los fantasmas del 2015 encima, se terminó de la peor manera, el primer minuto del segundo fue el tiro de gracia para las ilusiones de Ferro. Tras una falta de Mazur (algo innecesaria si miramos el lugar de la infracción), un centro cayó manso al área para que Tecilla la desvíe y ponga el 2-0. Fue el KO, serie terminada e ilusiones al tacho de basura. El descuento de Bordacahar, con responsabilidad de Rago, fue solo decorativo.

Lo que hizo hoy Atlanta fue desnudar eso: la falta de un rumbo. El estado de deriva general en la que se encuentra el fútbol verdolaga. Después sí, se puede pensar en los errores del DT (que no fueron pocos tras la pandemia), y en la (si se permite) mala suerte que tuvo Ferro desde el retorno post pandemia. Pero algo quedó claro y expuesto esta tarde en Vicente López: Para cambiar esta realidad, deberemos seguir un rumbo. Una idea. Un camino al cual seguir, con tambaleos, pero seguirlo firme. Si no, si se sigue parcheando y tirando y aflojando entre ideas, este debate lo tendremos hasta, por lo menos, cuando llegue otra conducción. Y jugaremos en esta división hasta que eso suceda.

Como nunca, creo que en Platense quedó muy elocuentemente que en Ferro no parece haber un camino. Un proyecto o una idea a largo plazo, una hoja de ruta o miles de sinónimos mas. Y hubo algo mas que quedó claro en Vicente López: En Ferro, a muchas cosas, no se las llama por su nombre.

imagenes del partido
Salida del equipo	salida del equipo	Gabriel Díaz
Hernán Grana	Nicolás Gómez	Cristian Bordacahar

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